Un lugar desconocido (Seicho Matsumoto)
Me ha sucedido con Matsumoto y su obra Un lugar desconocido. Una novela negra con toques costumbristas y en el fondo, muy en el fondo, con un espacio para el amor. Sin romanticismos, que son japoneses.
Durante un viaje de negocios en Kobe, Tsuneo Asai recibe la noticia de que su esposa Eiko ha fallecido de un infarto en un apartado barrio residencial de Tokio del que ella nunca le había hablado y donde hay los hoteles de citas. Asai se convierte en detective para tratar de averiguar qué hacía ayer su mujer. No le vale lo obvio. Necesita saber más y es en viaje de 250 páginas donde Matsumoto nos introduce en una sociedad de mediados del siglo XX convencional y falsa que critica hasta la saciedad. Esos viajes de trabajo de empresa, esa diferencia de clases insalvable por mucho que el protagonista sea el encargado jefe del departamento de Alimentación del Ministerio de Agricultura y Silvicultura.
Es el estilo de este autor, el fundador de la llamada Escuela social. Matsumoto nació en una familia muy humilde de Kokura, en 1909. A los 15 años tuvo que ponerse a trabajar, denunciando las duras condiciones laborales de la clase trabajadora, en un intento por mejorar su situación. Pero no es fácil. Denuncia dejando que sean sus protagonistas los que lo hagan con sus palabras y actos. A modo de ejemplo, cuando llaman a Asai para comunicarle que su mujer ha muerto (así empieza el libro), está en una importante reunión de trabajo. No llora, no se lamenta. Su cabeza sólo piensa en cómo resolver los asuntos de trabajo.
El libro es rápido (aunque la aventura sea lenta) y, sobre todo, con un final que nadie imagina. Me pasa con los libros que me enganchan. Cierro el libro y me digo ¿ahora qué? Pues seguramente a por otro de este autor que publica Libros Asteroide, El expreso de Tokio y La chica de Kyushu. Sí, ahora eso.
Autora: Maite Cabrerizo
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