Terra Baixa (Àngel Guimerà)

Esta obra teatral representa uno de los grandes baluartes de la Renaixença, un movimiento fundamental para comprender el peso que las letras catalanas comenzaron a recuperar a lo largo del siglo XIX y principios del XX, y del que Àngel Guimerà es uno de sus máximos representantes.

Más allá de su indiscutible valor histórico, esta pieza de 1897 hace hincapié en el recurrente enfrentamiento entre lo rural y lo urbano, más aún en una época de plena efervescencia de la burguesía en las ciudades de la mano del empuje industrial. En concreto, Manelic, un hombre que procede de las montañas, baja a la ciudad para casarse con Marta, una chica propiedad de Sebastián, amo y señor de todo lo que se conoce. La mofa hacia el mundo rural, incluido Manelic, por parte de los habitantes de la Terra Baixa es una constante. Sin embargo, a medida que la obra avanza, incluso Marta, recelosa en un primer momento, comienza a ver las bondades de ese mundo ajeno y las enfermedades del entorno urbano, un espacio moderno en el que “todo se corrompe”, según llega a declarar abiertamente Manelic en varias ocasiones.

Mientras tanto, el autor aprovecha los enredos que dominan la obra para tomar una instantánea de la sociedad del momento y una crítica al abuso de poder y a la obediencia ciega al poderoso. Algo que choca directamente con el trágico desenlace final, que obviamente no desvelaré en estas líneas.

La obra es breve, muy entretenida y, a la vez, didáctica, por lo que no me queda otra que recomendarla con fervor. Una vez más, aprovecho para decirlo. El teatro también se lee. Y es un auténtico placer.

Autor: Fran Leal

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