Hasta el rabo, todo es toro

Dominaremos juntos el universo siempre y cuando tengamos presente que la unión es nuestra única fuerza. Así de tajante me mostré con Sofía cuando nos unimos en santo matrimonio hace muchas décadas ya. Al principio, todo iba sobre ruedas en lo que podría describirse como un mandato regio y sin fisuras. Pero pronto comenzamos a distanciarnos hasta incluso parecer que íbamos en direcciones opuestas. ¿Qué ocurrió? Por más vueltas que le doy, ya en mi retiro, no hallo una respuesta que me satisfaga. Supongo que a uno de los dos le devoró su personaje, pero yo, os lo advierto, moriré con las botas puestas.

Autor: Fran Leal

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares