Ciberfantasmas

Sonia leía tumbada los 212 comentarios que había cosechado con su última publicación en Instagram. Había de todo: alabanzas, críticas, opiniones que nada tenían que ver con la fotografía compartida… Hasta que se llevó la sorpresa de su vida. Su abuelo, que había fallecido tres años atrás, había dejado a través de su perfil (que nadie se había encargado de cerrar) la enhorabuena a su nieta por haber finalizado la carrera de derecho. Temblando como un flan, Sonia terminaba de asumir que los fantasmas son cosas del pasado. Porque ahora, como acababa de comprobar, los finados se quedan vagando por el limbo digital.

Autor: Fran Leal

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