Solo

El olor a húmeda tierra me indica que afuera está lloviendo.

Estoy solo, muy solo y no veo a Dios por ninguna parte. No veo a mis abuelos, no oigo a mi madre llamarme y aquí no hay ninguna luz brillante.

Afuera el viento debe soplar con fuerza y las hojas de los árboles deben estar posándose sobre las lápidas del cementerio. Estoy solo. Muy solo. Pienso en la vida, en cada detalle. En lo vivido. Y reflexiono. Reflexiono mucho.

Apenas puedo moverme. No hay luz. No puedo moverme y estoy solo. No veo a Dios. Solo veo un gusano que, seguido por una lombriz, es guiado por un ejército de hormigas hacia mí. Me muerden. Me devoran vivo. ¿O muerto?

No veo a Dios. ¿Mamá, dónde estás? La muerte no es como me la imaginaba.

Afuera la tierra debe estar húmeda y la lluvia debe chapotear sobre mi losa, aquí en el cementerio.

Autor: Gerges

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