Desde el caballo dentado al crucemos madera

Déjame Arnesto que llore

los fieros males de mi patria

que ahora no soy poeta

soy un menda lerenda

y a los jóvenes no hay quien les entienda. 


La rebeca ya no existe

y menos la rebequita,

y cuando hablo de ellas 

ellos suben la cejas

y en sus pupilas leo que piensan:

este tío flipa.


No sé si será morse o un dialecto perdido,

escriben xq, -q y mn, 

y aunque yo no lo entiendo

me lo dejan por escrito. 


Hablando me siento como Garcilaso,

escribiendo parezco Góngora,

para ellos soy un payaso,

 a ellos el subjuntivo les sobra.


Y también les sobran las comas,

y les sobran los acentos,

solo hablan en infinitivo

y a todo le ponen puntos suspensivos. 


Ya no sé si quejarme en femenino

o insultar en masculino,

lo que antes era vulva 

ahora puede ser pepino.


Ahora existen los ministres

y el joven lo aplaude,

y los graduades

siguen siendo cum laude.


Me dicen que no tengo flow,

que me falta punch,

que ya no soy molón,

y yo pienso ¿qué sabrás tú?


Yo tengo mis canas

y solo pido un poco de respeto,

no nos andemos por las ramas

que el español es un rico dialecto.


Pero ellos abrazan el anglicismo,

rechazan el castellano,

y a veces mezclan ambos,

no hay por dónde meterles mano. 


No sé si ya posan las oscuras golondrinas

sobre nuestra historia,

si les hablo del Quijote

les falla la memoria. 


Caminante no hay camino

que junte predicado sin sujeto,

ellos me dicen que no les entiendo

y a mí me parece que ellos hablan chino.


Me dicen paganini, me dicen dame monetare

y como yo no suelto prenda

pues no sé lo que quieren

se van corriendo a buscarlo en la RAE.


Me dicen que a caballo regalado

no le busque un adjetivo,

que ellos son muy sabios

y no quieren que nadie vaya de listo.


A mí sólo me queda cruzar madera

y esperar que la lengua les sea simpática,

que aprendan en la escuela

un poco o mucho de gramática.


Quiero que terminen hablando correctamente,

quiero que escriban mejor

y quiero que tengan en mente

que somos el segundo idioma más hablado del planeta,

y que a mí me llamen Señor

y si alguno sale poeta

o un humilde escritor,

que recuerde estas líneas

y que dentro de unos años diga

algo en mí este poema removió.

Autor: Gerges


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