El hombre que amaba a los perros (Leonardo Padura)
No obstante, una vez que logré sumergirme en la trama que cuenta Padura, pasé de la lectura desconfiada de sus páginas a la entrega incondicional. En la novela, que salta de un punto cronológico del siglo XX a otro (a cada cual más determinante para el devenir de Europa y del mundo), se nos relata, por una parte, los mil y un bandazos que Liev Davídovich, más conocido como Trotsky, dio durante su turbulento exilio. Y por otra parte, y en paralelo, se nos muestra cómo será la trayectoria que hará Ramón Mercader y las diversas máscaras que utilizará para lograr su objetivo: acabar con el mayor traidor del régimen comunista, a quien se culpaba de prácticamente todo lo malo que ocurriera tanto dentro como fuera de las fronteras soviéticas.
Todo ello Padura lo pone en boca de Iván, un cubano que regenta un gabinete veterinario en la capital, que supo de toda esta historia gracias a los encuentros que tuvo en la playa con un misterioso hombre que amaba a los perros. La narración termina por cautivar al lector, al mismo tiempo que siembra la duda acerca de todo lo que rodeó a la auténtica utopía del siglo XX. Ficción y realidad se entremezclan de un modo majestuoso para, una vez terminada la lectura, continuar influyendo en aquel que de sus páginas se despide.
Comentarios
Publicar un comentario