El crimen de la M30

El temita de las bajantes había provocado un tsunami. El uso de toallitas por parte de algún vecino de la segunda planta había derivado en atasco de una tubería que, entre chanzas, algunos calificaban ya como la M30. Utilizar el inodoro de papelera es todo un desatino, pero para desatino el de Tino. Siempre decía que sabía, porque escuchaba perfectamente cómo empleaba su váter de vertedero, que el culpable era Mariano, del segundo ce. Pero de ahí a tomarse la justicia por su mano… El presidente tenía literalmente la cabeza del culpable encima de la mesa. Ahora, había que llamar a la policía. ¿O no?

AUTOR: FRAN LEAL

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