La mano

Quizá pudiéramos esperar a mañana para evaluar la conveniencia de cada palabra. Pero siendo, como siempre hemos sido, un tándem de acción, no tendría ningún sentido darle su oportunidad a la reflexión. Por ello te arrebato la estilográfica y me dispongo a escribir lo que debe ser escrito en este preciso momento, aunque tenga que utilizar a tu homónima. Sin proyecciones futuras, sin pausas, sin reposos. Con la espontaneidad y la frescura que la precipitación siempre te ha insuflado. Son muchas las ocasiones en las que tú me has salvado a mí, y siempre te lo he agradecido. Ahora me toca a mí.

AUTOR: FRAN LEAL

Comentarios

Entradas populares