Instrucciones para convertirse en fascista (Michela Murgia)

Retomamos la senda de las reseñas con esta perla de Michela Murgia, tristemente fallecida el pasado año. Con formación en el campo de la teología y la filosofía, y raíces católicas, esta autora sarda destacó a lo largo de su trayectoria por una férrea defensa de los derechos civiles y un feminismo militante. Así, no es de extrañar su capacidad para cuestionar el fascismo y, a la vez, advertir a todo demócrata de lo sibilino de ese cáncer tan difícil de extirpar de nuestras sociedades.

Con el empleo de una ironía brillante, una voz defensora del régimen reaccionario va poniendo en cuestión diversas fortalezas del sistema democrático para confrontarlo con el fascista. Como si de un twitero al uso se tratase, las 'cuñadeces' se encadenan y casan a la perfección, hasta el punto de poder reconocer discursos y argumentarios que van sonando cada vez más fuerte a nuestro alrededor. Y en esto, las nuevas tecnologías cumplen una labor encomiable.

Capítulo a capítulo, Murgia es capaz de dibujarnos un escenario en el que la democracia y los valores en los que se sustenta comienzan a ponerse en cuestión, inundando los medios de comunicación y las redes de mil y una opiniones que abruman al ciudadano y le hacen rechazar y renunciar a su capacidad de discernir. En definitiva, el caldo de cultivo para la expansión porosa y paulatina del fascismo.

Al final, incluso, la autora nos ofrece la posibilidad de evaluar nuestro nivel de fascismo. Desde la condición de aspirante o protofascista, podemos evolucionar hasta la de militante consciente o, ya en la cúspide, un auténtico patriota.

Sustituir a los adversarios por enemigos, la banalización de la información o deslegitimar el sistema representativo, en contraposición al líder absoluto e irrebatible, son solo algunos de los pasos que el fascismo va dando en su particular 'reconquista' del poder.

Y lo cierto es que está pasando. Hay humor en las líneas de Murgia, sí, pero también hay una fragancia a advertencia que bien deberíamos afrontar entre todos. Porque si no, lo harán solo cuatro gatos que harán sucumbir al resto. Otra vez...

AUTOR: FRAN LEAL